Historia del Teatro Romea

Teatro Romea en 1962

El Teatro Romea fue inaugurado el 18 de noviembre de 1863 en el local que ocupaba el Casino d'Artesans y una sociedad llamada Tertúlia Progressista. Al principio, el local se llamaba Teatre de l'Hospital, y también circulaban rumores por llamarlo Teatre Jaume I. No obstante, diez años después le pusieron el nombre de Teatre Romea, en homenaje del señor Julián Romea Yanguas, el 'admirado actor de la escena barcelonesa', nacido en San Juan (Murcia), 1813.

El local era utilizado habitualmente como sala de baile, y una vez transformado en teatro, pasó a tener una capacidad para seiscientas personas.

Fue fundado por Miguel Gasset y Bosch, que aconteció el gerente durante treinta años.

En la misma calle Hospital, exactamente en el número 45, había otro teatro, el de San Agustí, un edificio sencillo y sin pretensiones, el negocio del que se convirtió en un fracaso, y que fue aprovechado por Clavé para celebrar bailes coreados. Se tienen noticias de que este local sufrió un incendio en 1835.

En 1859 se le volvió a cambiar el nombre y se le puso el nombre de Teatro Odeón, que fue reformado para conseguir un aforo para 400 espectadores.

Obtuvo una cierta popularidad hacia el año 1870, gracias al actor y empresario Jaume Piquet y Piera, antecesor de Joaquim Dimas. En 1887 se cerró, se reformó y se convirtió en la Fonda San Agustí, hoy en día, Hotel San Agustí.

El éxito del Teatro Romea fue causado, sobre todo, por el cierre del Odeón, ya que en este local se empezaban a representar obras en catalán que lograban éxito, pero como no estaban avalados por la empresa, se trasladaron al local del lado del Romea.

Teatro Romea en 1962

Las primeras obras catalanas estrenadas en el Romea de que se tiene noticia, eran unas piezas que ya tenían una cierta popularidad en aquella época: las anónimas Xacó y Poneta, que fueron representadas el 10 de abril de 1864, y La Laieta de Sant Just, de Francesc Renart, del 1815, que fue representada el 13 de mayo del mismo año.

El resto de las obras eran en castellano, como la Payesa de Sarrià y Cruz del matrimonio, de Luis de Eguilaz, que ya habían sido estrenadas en 1860 y en 1861 respectivamente, y que se pusieron en escena en el Romea el 23 de noviembre de 1863.

Desde su inauguración, el nuevo Teatro de la calle Hospital ofrecía el local a sociedades particulares que necesitaban un escenario para hacer funciones para sus asociados, una costumbre muy extendida en la Barcelona de la época.

A partir del estreno, en 1867, de La Rosa Blanca de Frederic Soler "Pitarra", el Teatro Romea fomentó la voluntad de representar obras de tradición dramática renacentista, en las que se incluían autores como Frederic Soler, Josep Maria Arnau, Josep Feliu y Codina, Eduard Vidal y Valenciano y Àngel Guimerà, que se fueron escapando progresivamente.

Debido a la aparición de nuevos modelos teatrales europeos seguidos por jóvenes autores modernistas como Ignasi Iglesias, Adrià Gual, Santiago Rusiñol, etc., a finales de siglo se modificó la fisonomía y la filosofía tradicional del Teatro Romea.

Se tienen noticias, recogidas de la prensa de la época, que el día 2 de diciembre de 1876, el rey Alfonso XII estaba en Barcelona, y que después de una cena de honor ofrecida por el Ayuntamiento, se presentó en el Romea. Fue acogido con una ovación cerrada, y como se presentaba una de las obras clásicas de Pitarra, Lo Ferrer de Tall, le entregaron un ejemplar de la comedia, con el que el rey siguió la representación.

Cartel de la Obra de Teatro Zazá (1929)

Debido al éxito que consiguió, Pitarra se convirtió en empresario desde 1870 hasta 1890. El día 4 de julio de 1895, sin embargo, murió, y el vestíbulo que había sido testigo de sus éxitos, fue convertido en su capilla ardiente desde las 13.30 h de la tarde.

El teatro fue subsistiendo, hasta que la temporada 1911/12 entró en una crisis que no impidió efectuar una reforma en 1913, con la que se amplió la platea y los pisos y gracias a la cual se consiguió un aforo de 1.500 personas.

El teatro se dedicó exclusivamente a representar obras del teatro español hasta 1917 cuando, bajo el impulso de una nueva empresa orientada y dirigida por Josep Canals, empezó una de las etapas más brillantes de la escena contemporánea con la promoción de productos genuinos de la comedia burguesa, formado por autores como Josep Pous i Pagès, Carles Soldevila, y los poemas dramáticos de Josep Maria de Sagarra, además de incorporar nombres del teatro europeo de la actualidad, tales como O'Neil , Vildrac, etc.

La línea de Canals fue básicamente mantenida por los actores Maria Vila y Pius Daví entre los años 1927 y 1933. Además de los autores comentados anteriormente, se incorporaron autores como Ventura Gassol, J. Millás Raurell y también se representó alguna obra de éxito del teatro americano, tales como la calle, de Elmer Rice.

En 1943 se procedió a una reforma después de la compra del local por parte del empresario madrileño Juan José Cadenas, que consiguió dar un nuevo impulso a la programación del teatro.

A lo largo del año 1947, su propietario lo vendió al doctor Juan Flors García por la cantidad de 1.200.000 Pts.

El largo paréntesis de la Guerra Civil y los tiempos difíciles de la posguerra hipotecaron la trayectoria del teatro.

Durante los años 1949 se hizo cargo de la programación del teatro la empresa formada por los hermanos Fernández Castanyer, y en la segunda mitad de los años 50 se formó la compañía Joan Maragall, que fue alternando representaciones en catalán y castellano. En 1960, el señor Julián Reyzábal Delgado y el señor Joan Serrat Huguet adquirieron la propiedad del teatro, bajo la constitución de la sociedad llamada Romea SA, por un importe de 1.500.000 Pts.

Obra de Teatro Cavall Fort (1980)

Dos años después, en mayo de 1962, tras circular infinidad de rumores y especulaciones sobre la posible conversión del antiguo local en cine, parking o edificio de viviendas, un grupo de empresarios catalanes formado por los señores Domingo Valls Taberner, Josep Canals Ramón, Francesc Recasens Mercadé, Rossend Riera Sala y Agustí Pedro Pons adquirieron el local, al que se añadieron más adelante los señores, Amadeo Bagués y Cerqueda, Martí Mas y Tubau, Lluís Carulla y Joan Baptista Cendrós, preservándose de otros destinos. Este hecho, sin embargo, no impidió que el teatro pasara por unos momentos muy críticos, que se combinaron con grandes éxitos mediáticos, el ciclo de Teatre Latino (1958-1969), las populares temporadas de Joan Capri, el ciclo infantil de espectáculos matinales Cavall Fort (1967), y la creación de la compañía Adrià Gual y de otros grupos de teatro independiente, que ayudaron con nuevos planteamientos y procedimientos a regenerar artísticamente el teatro.

En 1981 se abrió una nueva etapa con la creación del Centre Dramàtic de la Generalitat de Catalunya, con sede en el teatro, que abría una nueva etapa de producción propia de espectáculos, encaminada a dignificar y potenciar el Romea, basando la programación en una oferta de repertorio nacional y universal que integrará tradición y modernidad.

Después de un largo recorrido de colaboración con la Generalitat de Cataluña, que acabó en 1997, la propiedad de la empresa busca una nueva vía de continuidad para el teatro y la encuentra, tras realizar diferentes gestiones, con el empresa Focus, con la que firmará un acuerdo de colaboración en 1998 mediante el cual la empresa contratante realizará la programación durante cinco años, que se irán renovando automáticamente.

En junio de 2001 se creó la Fundación Romea, integrada por un patronato en el que figuran las empresas: Servicios del Espectáculo Focus, Romea SA, Caixa de Catalunya - Telentrada y El Periódico de Cataluña, con el fin de desarrollar un programa artístico con un referente de calidad y rigor para celebrar debates, tertulias, lecturas dramatizadas y conferencias sobre el mundo del teatro, y todo avalado por una serie de patrocinadores y mecenas, que con sus aportaciones ayudan a desarrollar los programas que previamente se preparan.

De esta manera hemos llegado a la actualidad, habiendo conseguido grandes éxitos, tanto por la calidad de los espectáculos representados y por el número de espectadores que han asistido, como por los diversos premios y nominaciones que estas obras han conseguido.

La elaboración del estudio del fondo histórico Romea tuvo lugar entre el mes de marzo de 2008 hasta septiembre de 2017.

BIBLIOGRAFÍA

Investigación y contenidos (marzo 2008 - septiembre 2017), por parte de Llíis Bohigas, administrador del teatro (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.).

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